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Efecto de la deforestación en la temperatura de la superficie terrestre de la región chiquitana

“Poco se sabe sobre la importancia de los bosques secos tropicales para la regulación de la temperatura en la Chiquitania, una región con crecientes tasas de deforestación”, este fue uno de los vacíos de conocimiento científico detonante para que un grupo de expertos de la FCBC, la Asociación Boliviana para la Investigación y Conservación de Ecosistemas Andino-Amazónicos (ACEAA), el Herbario Nacional de Bolivia y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad de La Serena de Chile, realizaran una investigación acerca del efecto de la deforestación en la temperatura de la superficie terrestre de la región chiquitana, trabajo recientemente publicado en la revista Land.

De acuerdo con Oswaldo Maillard, responsable del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la FCBC y también autor del artículo, se habían hecho análisis de este tipo en micrositios de la Chiquitania en épocas específicas, pero no en un nivel más grande (espacialmente); en ese sentido, este trabajo, al tener datos espaciales de 10 sitios piloto (5 con bosque y 5 con tasas de deforestación), en un periodo de 20 años (2001-2021) y además, al contar con la validación de datos de campo a través de estaciones climáticas, permite que se llegue a la conclusión que  la deforestación en la región chiquitana provoca un incremento de las temperaturas a nivel local.

Esta conclusión se evidencia en uno de los resultados de la investigación, donde se constata que existe una diferencia de 3,1 °C en el día entre áreas deforestadas y con bosque, “creo que ese es uno de los datos más interesantes, o más preocupantes”, asegura Maillard. Esto significa que mientras hay más desmonte, hay más temperatura durante el día, independientemente de la época del año, lo cual coincide con los datos globales que expertos han hecho en los Bosques Secos Tropicales (BST), donde se incrementa la temperatura cuando los bosques se pierden.

Este dato marca un precedente, ya que cada bosque necesita de ciertas condiciones específicas para su subsistencia (entre ellas, la temperatura), y al cambiar las tendencias térmicas, se afecta a la biodiversidad y también a la producción y vivencia humana del lugar. Maillard explica que, el día de hoy, la región chiquitana está sufriendo por sequías que no son meteorológicas, sino por la pérdida de humedad en el suelo, es decir, por sequías locales.

El Bosque Seco Chiquitano es uno de los Bosques Secos Tropicales de Sudamérica declarados prioritarios para la conservación por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN)

Las acciones futuras a considerar con respecto a los hallazgos de este trabajo de investigación son los siguientes: primeramente, se evidencia que las áreas protegidas son muy importantes para poder resguardar ecosistemas boscosos que regulan la temperatura, así que, la gestión de los espacios de conservación, es importante para frenar las tendencias locales de incremento de temperaturas, por otro lado, se debe considerar la reducción de tendencias de deforestación en la ecorregión mediante normas y políticas públicas de conservación, y finalmente, se deberían evaluar acciones de restauración en áreas deforestadas.