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Laguna Marfil, agua, gente y biodiversidad

Laguna Marfil, agua, gente y biodiversidad

Laguna Marfil, agua, gente y biodiversidad

Hoy, en conmemoración del #DíaInternacionaldelosBosques y del #DiaMundialdelAgua, compartimos con ustedes un nuevo boletín.

Entre el 21 y 30 de octubre de 2019, un grupo multidisciplinario binacional Bolivia – Brasil conformado por más 50 personas, entre estudiantes de la Carrera de Biología de la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno, técnicos e investigadores, desarrollaron una experiencia transfronteriza novedosa en el Área Natural de Manejo Integrado Municipal ANMIM Laguna Marfil, llamada así en el lado boliviano y Bahía Grande en el lado brasilero. Se llevó a cabo esta Jornada en el marco del proyecto ECCOS liderado por FCBC, el Pro- grama de Estudios del Bosque Seco Tropical y ECOA-Brasil.

Las acciones que buscaron aportar a la elaboración del Plan de Inicio de Gestión del ANMIM Laguna Marfil, incluyeron el levantamiento de información relacionada a biodiversidad, evaluación de áreas afecta- das por el fuego y la aplicación de encuestas socioeconómicas. Todo ello, en un ambiente de intercambio de experiencias, participación de comunarios en distintas actividades y la capacitación en diferen- tes ámbitos y niveles de aprendizaje.

Click en la imagen para leer el boletín:

 

Fotografía: Hermes Justiniano
Incendios 2019

Incendios 2019

Incendios 2019

Acciones de FCBC durante la crisis, respuesta humanitaria e iniciativas actuales para la recuperación

Como nunca, el Bosque Chiquitano estuvo en primer plano ante los ojos del mundo, no por su riqueza en biodiversidad o sus cualidades únicas de conservación, sino a causa de un desastre con costos ambientales, económicos y sociales incalculables. La Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano – FCBC en conjunto con diversos organismos y donaciones privadas beneficiaron alrededor de mil familias en siete municipios afectados por los incendios. Los acuerdos para desarrollar acciones interinstitucionales para la recuperación de las zonas afectadas aún continúan.

Afrontar una crisis no es sencillo, más aún si esta se traduce en un mega incendio que termina devorando 3.9 millones de hectáreas del último gran bosque seco tropical de Sudamérica. El efecto dominó de un año altamente seco, una helada fuera de lo común, mucha actividad y asentamientos humanos en lugares fuera de lo habitual fueron algunos de los elementos que confluyeron en un desastre natural sin precedentes a nivel de todo el país.

El fenómeno descomunal vivido en la Chiquitanía el año pasado no solo desnudó prácticas nocivas con el medioambiente, sino que también, develó un sentido de impotencia en los organismos que trataban de ayudar y en toda la población sensibilizada por el descontrol de la situación.

La realidad en llamas que se vivió entre agosto y noviembre del año pasado demandaba ayuda inmediata. La cantidad de personas y de algunos financiadores que deseaban ayudar a través de donaciones, impulsaron a que la fundación, de manera extraordinaria, dispusiera de dos cuentas bancarias para recibir fondos de terceros en efectivo y facilitara sus instalaciones para acopiar las donaciones en especie. Estas donaciones se tradujeron en artículos de primera necesidad, equipamientos y otros, que se gestionaron a través de los Comités de Gestión de Áreas Protegidas, gobiernos municipales y comunidades de la región.

La realidad en llamas que se vivió entre agosto y noviembre del año pasado demandaba ayuda inmediata. La cantidad de personas y de algunos financiadores que deseaban ayudar a través de donaciones, impulsaron a que la fundación, de manera extraordinaria, dispusiera de dos cuentas bancarias para recibir fondos de terceros en efectivo y facilitara sus instalaciones para acopiar las donaciones en especie. Estas donaciones se tradujeron en artículos de primera necesidad, equipamientos y otros, que se gestionaron a través de los Comités de Gestión de Áreas Protegidas, gobiernos municipales y comunidades de la región.

Estos momentos también estuvieron acompañados de la disposición excepcional de recursos propios mediante una orden ejecutiva de emergencia. El apoyo del equipo técnico, administrativo y el desplazamiento logístico con equipamiento de la FCBC, en combinación con otros actores, llegaron a prestar ayuda a zonas damnificadas y grupos que intervinieron en sofocar los incendios. Esta intervención institucional inicial y las donaciones recibidas de terceros[1] fueron canalizadas principalmente a los municipios de Roboré y Concepción a través de la provisión de equipamiento y uniformes, alimentos no perecederos, alimentos frescos para ollas comunes, agua e hidratantes, motobombas, tanques de agua y mochilas especiales contra incendios.

[1] Donantes: Carmen Mateu, Water Thru Skin, Residentes japoneses de la comunidad Okinawa 3, Earth Advocates Association, GoFundMe, Luis Alberto Gutierrez, Suzanne Kruyt, Grupo Super Paceños, GOOWILL, Giancarla Barrero, Grupo Ciruelos 91 y amigos, Álvaro Mendoza, Grupo Nelson Pacheco, Comunidad Croata, Laboratorios Bagó y Grupo Celita Lijeron.

Otro de los aportes importantes durante la crisis fueron los reportes satelitales del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano mediante el visor en línea cartográfico que proveía información actualizada en tiempo real de los focos de calor, análisis de información de áreas quemadas, niveles de severidad de quema y áreas de mayor riesgo de incendios. Estos datos fueron utilizados como referencia para la toma de decisiones por técnicos municipales, bomberos, guardaparques y autoridades locales, departamentales y nacionales.

 “Literalmente no teníamos agua”

Otra manera en que la FCBC canalizó ayuda fue a través del diseño y ejecución de proyectos con fondos externos de emergencia. Con el financiamiento del CISU/Danish Emergency Relief Fund (DERF) se dotó tanques de agua a comunidades de los municipios de San Miguel y San Rafael de Velasco, beneficiando alrededor de 341 familias. “Literalmente no teníamos agua”, comenta el alcalde de San Rafael, Julio Alvis, al relatar las dificultades que sobrevinieron durante este periodo y los desafíos que todavía les toca afrontar en los meses venideros.

Además, se proveyó semillas tradicionales (maíz blando y duro, arroz, frejol, maní, plátano, yuca y otros) para la restauración de cultivos de subsistencia y huertas escolares de las unidades educativas en comunidades de Santo Corazón (municipio de San Matías) y de los municipios de San Miguel y San Rafael de Velasco.

Por otro lado, se coordinó con miembros de la Plataforma Alas Chiquitanas para la donación de tanques de 900 litros a 7 comunidades de Concepción y a 30 familias del municipio de San Rafael que no contaban con recipientes para recibir agua de los camiones cisternas municipales. Mientras que, gracias al fondo CARITAS Suiza, 305 familias de 17 comunidades recibieron paquetes de alimentos secos y artículos de higiene; además se instaló sistemas de cosecha de agua en las unidades educativas o casas comunales en Concepción, San Ignacio, San Javier y Lomerío.

¿Y ahora qué?

La FCBC, colabora con la Gobernación de Santa Cruz para aportar en el diseño del Plan Integral de Restauración de la Chiquitania, tanto del Bosque Seco Chiquitano, como del Chaco, el Cerrado y el Pantanal, fuertemente afectados por los incendios. Este plan apunta a recuperar los medios de vida de las poblaciones que sufrieron los fuegos, mejorar el sistema de alerta temprana y de lucha contra los incendios, incorporar el enfoque de gestión de riesgo en la planificación y acciones de los organismos del Estado, especialmente el departamental y municipal, restaurar y proteger las funciones ambientales de los ecosistemas naturales y el patrimonio cultural deteriorado.

De esta manera, la FCBC está actuando a tres niveles de acción: 1. apoyar en el diseño e implementación del Plan Intergral de Restauración aportando información, conocimiento y resultados del monitoreo a través del Observatorio del Bosque Chiquitano, 2. Fortalecer las estrategias de gestión de riesgos incorporados a los planes territoriales de desarrollo integral de los municipios que así lo requieran y 3. Promoviendo, financiando e implementando proyectos específicos de recuperación y restauración en comunidades, áreas protegidas, microcuencas, sitios de patrimonio cultural, coayuvando a los esfuerzos de múltiples organizaciones locales, nacionales e internacionales, así como las autoridades del gobierno central, departamental y municipal.

Piensa Verde destinará el primer ciclo de recaudaciones a la Chiquitania

Piensa Verde destinará el primer ciclo de recaudaciones a la Chiquitania

Piensa Verde destinará el primer ciclo de recaudaciones a la Chiquitania

Piensa Verde permitirá también que empresas y personas se sumen a esta causa, con aportes monetarios para financiar proyectos de conservación, con proyectos de voluntariado o apoyo institucional. Se articularán en una plataforma distintos actores, a nivel individual e institucional, a través de una nueva manera de comprometerse con la conservación.

Conservation Strategy Fund (CSF), Conservación Internacional (CI), Wildlife Conservation Society (WCS), Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), la Asociación Boliviana para la Investigación y Conservación de Ecosistemas Andino-Amazónicos (ACEAA) y la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) son las ONGs medioambientalistas que forman parte de la Plataforma, junto a Fundación VIVA, Laboratorios Bagó de Bolivia S.A., Farmacorp, el Banco de Crédito de Bolivia BCP y la Embajada Británica.

PIENSA VERDE, a través de un modelo innovador y pionero en nuestro país, busca construir alianzas entre distintos sectores de la sociedad boliviana que estén comprometidos con la conservación de nuestros bosques, áreas protegidas y especies, recaudando fondos, tanto del sector privado empresarial, como de la población boliviana en general. Tiene como fin difundir la necesidad de conservar el medio ambiente, incrementando el grado de conciencia e información sobre la misma; a tiempo de apoyar financieramente a proyectos destinados a la conservación de un modo eficiente.

 

La Plataforma pretende visibilizar el vínculo que existe entre las personas que viven en las ciudades con nuestros bosques, áreas protegidas y especies Este puente tendrá como uno de sus pilares principales mejorar el nivel de información y conocimiento sobre el impacto que genera la deforestación en nuestra vida cotidiana, nuestra salud y nuestra economía, a fin de demostrar la fuerte dependencia que tenemos con el medio ambiente y su calidad. El segundo pilar estará vinculado a procesos de recaudación de fondos, para contribuir financieramente a proyectos de conservación que permitan garantizar el acceso al agua, la calidad del aire y el acceso a otros recursos y servicios que nos ofrecen los bosques.

Las empresas y personas podrán ser parte de esta plataforma y hacerse #FansDeLaNaturaleza a través de aportes monetarios y/o en especie, participando de proyectos de voluntariado y ofreciendo apoyo institucional. Además, PIENSA VERDE busca contribuir a que el país alcance los compromisos ambientales establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por Naciones Unidas, en particular al ODS 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad, los cuales se han visto más lejanos aún con los incendios de 2019, en los cuales 5.3 millones de hectáreas se quemaron en todo el país.

De las 5.3 millones de hectáreas de bosque que desaparecieron a consecuencia de los incendios, 3.9 corresponden al Departamento de Santa Cruz y 1.2 millones al Beni, por esta razón, la primera convocatoria para la presentación de proyectos, que recibirán el apoyo de la Plataforma PIENSA VERDE se enfocará en la Chiquitanía.

En este sentido, por sus más de 20 años de experiencia en esta región y al ser uno de los miembros del comité consultivo de la iniciativa, la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC) aportará con todas sus capacidades  técnicas y humanas para asegurar la ejecución eficiente de los recursos recaudados para la conservación y restauración de la biodiversidad y medios de vida en la Chiquitania.

El lanzamiento de la plataforma se realizó en el Hotel Los Tajibos con la presencia de representantes de todas las ONGS miembros de la Plataforma, altos ejecutivos de las empresas que conforman la misma e influencers relacionados con el sector medioambiental, así como autoridades locales y nacionales, las cuales manifestaron su preocupación y compromiso con la causa.

CÓMO SUMARSE A PIENSA VERDE 

Las personas que quieran donar pueden ingresar a www.piensaverdebolivia.org y haciendo un click en el botón de donación podrán escanear un código QR con el cual su donativo será inmediato o a través de las plataformas del BCP que están habilitadas para recibir donativos en todas sus modalidades incluyendo sus cajeros tradicionales y la App de banca móvil.

Las empresas que quieran ser miembros de la plataforma serán certificadas por la misma y podrán comprometer apoyo monetario anual e institucional, ingresando al sitio web www.piensaverdebolivia.org o contactándose a info@piensaverdebolivia.org